Fenilcetonuria

martes, 8 de enero de 2008

Fenilcetonuria

La fenilcetonuria o PKU (del inglés “phenylketonuria”) es un trastorno hereditario que afecta la química del organismo y que, si no se trata oportunamente, provoca retraso mental. Afortunadamente, gracias a las pruebas de detección precoz de rutina, es posible diagnosticar y tratar desde el comienzo a casi todos los bebés recién nacidos afectados por este trastorno y permitir que crezcan y se desarrollen con inteligencia normal.

En los EE.UU., al menos uno de cada 25,000 bebés nace con PKU.1 Este trastorno se produce en todos los grupos étnicos, si bien es más común en las personas cuyos antepasados provienen del norte de Europa o fueron indígenas nativos de los EE.UU. que en personas de origen afroamericano, hispano y asiático.

¿Qué es la PKU?
Las personas con PKU no pueden procesar una parte de la proteína fenilalanina, que está presente en la mayoría de los alimentos. Debido a una anomalía genética, las personas afectadas carecen de una enzima (fenilalanina hidroxilasa o PAH) que convierte la fenilalanina en otras sustancias que necesita el organismo, o bien la tienen pero en niveles demasiado bajos. Si no se proporciona el tratamiento adecuado, la fenilalanina va acumulándose en el torrente sanguíneo y produce daños cerebrales y retraso mental.

¿Cómo afecta la PKU a los niños?
Durante sus primeros meses de vida, los niños nacidos con PKU parecen normales. Pero si no reciben tratamiento alguno, comienzan a perder interés en su entorno entre los tres y los seis meses y, al llegar a la edad de un año, es evidente que padecen un retraso en el desarrollo. Los niños con PKU sin tratar suelen ser irritables y tener problemas de conducta. Pueden producir un olor similar al del moho o la humedad y tener la piel seca, erupciones o convulsiones. Habitualmente presentan un buen desarrollo físico y tienden a tener el cabello más claro que sus hermanos.

¿Quiénes sufren de PKU?
Los genes se agrupan en pares. Para heredar la PKU, el niño debe recibir dos genes PAH anormales(que regulan la producción de la enzima): uno de cada padre que tiene una mutación en un gen PAH. Cuando uno de los padres tiene un gen PAH anormal, se dice que es “portador”. Un portador tiene un gen PAH normal y un gen PAH que contiene una mutación. La salud de los portadores no sufre efecto alguno por la presencia de este gen.

Cuando ambos padres son portadores, existe una probabilidad de una en cuatro (25 por ciento) de que ambos transfieran un gen PAH anormal a su bebé, haciendo que este nazca con PKU, una probabilidad de dos en cuatro (50 por ciento) de que el bebé herede un gen PAH anormal de uno de sus padres y el gen normal del otro, lo que lo convertiría en portador al igual que sus padres, y una probabilidad de una en cuatro de que ambos padres transmitan al bebé el gen normal y que éste no tenga la enfermedad ni sea portador. Estas probabilidades son iguales en todos los embarazos.

¿Todos los bebés se someten a pruebas para detectar si tienen PKU?
En todos los estados y territorios de los EE.UU, se realizan pruebas de PKU a los bebés antes de que salgan del hospital. Ésta fue la primera prueba de detección precoz para neonatos del país. Fue desarrollada con ayuda de March of Dimes y se administra de manera rutinaria desde los años 60. Ya ha salvado a miles de niños del retraso mental.2

¿En qué consiste la prueba?
Se practica una pequeñísima punción en el talón del bebé para extraer unas pocas gotas de sangre. (La misma muestra puede utilizarse para detectar otros errores congénitos en la química del organismo.) Por lo general, se envía la muestra a un laboratorio médico regional para determinar si la cantidad de fenilalanina es mayor a la normal y los resultados se envían al médico a cargo del cuidado del bebé. Si los resultados no son normales, se procede a la realización de pruebas adicionales para determinar si el bebé tiene PKU o si su alto nivel de fenilalanina se debe a alguna otra causa.

En ocasiones, es posible que un caso de PKU pase inadvertido si el análisis se realiza antes de las 24 horas de vida del bebé. En estos casos algunos expertos recomiendan repetir el análisis al bebé después de una o dos semanas de vida.3

¿Es posible prevenir los síntomas de la PKU?
Sí. Es posible prevenir el retraso mental si comienza a tratarse al bebé con una dieta especial baja en fenilalanina lo antes posible después de su nacimiento, idealmente dentro de los primeros 7 a 10 días de vida.2

Al comienzo, se alimenta al bebé utilizando una fórmula especial que contiene proteínas, pero sin fenilalanina. Sólo se le administra leche materna o fórmula para bebés en pequeñas cantidades, para no darle más fenilalanina de la que necesita y es capaz de tolerar. Luego se añaden a su dieta ciertas verduras, frutas, algunos granos (por ejemplo, ciertos cereales y pastas) y otros alimentos con poca fenilalanina, pero nunca puede alimentárselo con leche normal, queso, huevos, carne, pescado ni otros alimentos de alto contenido proteico. Como las proteínas son esenciales para el desarrollo y el crecimiento normales del niño, éste debe continuar ingiriendo una de las fórmulas especiales que contenga muchas proteínas y los nutrientes básicos pero que tenga muy poca fenilalanina o nada en absoluto. Las bebidas y alimentos dietéticos que contienen el edulcorante artificial aspartamo (que contiene fenilalanina y se comercializa con el nombre de NutraSweet o Equal) están estrictamente prohibidos.

Es necesario realizar un seguimiento de los niños y los adultos con PKU en una clínica o centro médico que se especialice en este trastorno. La dieta debe ser individual, según la cantidad de fenilalanina que cada uno pueda tolerar. Todas las personas afectadas con este trastorno deben realizarse análisis de sangre periódicamente para medir los niveles de fenilalanina. En el caso de los bebés, las pruebas pueden realizarse semanalmente durante el primer año y luego una o dos veces al mes durante toda su niñez.

Las personas con PKU deben seguir una dieta restringida durante toda su niñez y adolescencia y, en general, durante toda su vida (aunque es posible flexibilizar un poco la dieta en algunos casos con el avance de la edad).2 Hasta los años 80, los médicos creían que los niños con PKU podían abandonar su dieta especial sin riesgo alguno cerca de los 6 años de edad, una vez completo el crecimiento del cerebro. Sin embargo, algunos estudios han demostrado desde entonces que la interrupción de la dieta antes de los 8 años de edad puede llevar a una disminución del cociente intelectual y, después de los 12 años, a problemas de aprendizaje y de conducta.2,4

Los padres de los niños con PKU y los adultos afectados deben plantear sus preguntas sobre la dieta y el tratamiento a un profesional de la salud de una clínica especializada en PKU.

¿Qué es la PKU materna?
Se estima que existen unas 3,000 mujeres en edad fecunda que han sido tratadas exitosamente de PKU en los EE.UU.5 La mayoría de ellas abandonó su dieta especial durante la niñez, porque en esa época la mayoría de los médicos creía que hacerlo no conllevaba riesgos.

Cuando estas jóvenes quedan embarazadas mientras comen una dieta normal, la concentración de fenilalanina en su sangre es muy elevada. Los niveles elevados de fenilalanina en la sangre materna durante el embarazo pueden causar problemas serios al feto. En aproximadamente el 90 por ciento de estos casos, los bebés sufren retraso mental y cerca del 70 por ciento nace con una cabeza de tamaño reducido (microcefalia).6 Muchos de ellos también nacen con defectos cardíacos y bajo peso. Como la mayoría de estos bebés no hereda la PKU sino que su daño cerebral se debe íntegramente a los elevados niveles de fenilalanina de la madre durante el embarazo, la dieta para PKU no les resulta beneficiosa.

Afortunadamente, hay una manera de ayudar a prevenir el retraso mental y otros problemas que ocurren en los bebés de mujeres con PKU. Estas mujeres deben reanudar su dieta especial al menos tres meses antes del embarazo y continuarla durante el mismo. El Estudio Internacional sobre la PKU Materna descubrió que las mujeres cuyos niveles de fenilalanina en la sangre se encontraban bajo control antes de la concepción, o después de 8 a 10 semanas de embarazo a lo sumo, tenían las mismas probabilidades de tener bebés sanos que las mujeres sin PKU.7 A los 7 años, los cocientes intelectuales de sus hijos no diferían de los de los hijos de mujeres sin PKU.7 Las mujeres con PKU necesitan realizarse análisis de sangre al menos una vez por semana durante todo el embarazo para asegurarse de que los niveles de fenilalanina no sean demasiado altos.

March of Dimes recomienda a todas las mujeres que saben o sospechan que fueron tratadas por PKU cuando eran niñas que se comuniquen con su profesional de la salud o su clínica antes de intentar concebir para medir sus niveles de fenilalanina y, si es necesario, comenzar la dieta especial.

Algunas mujeres tienen PKU no diagnosticada, lo cual puede representar un riesgo para su bebé. En estas mujeres, que por lo general no fueron sometidas a pruebas al nacer, la afección suele ser moderada y sólo puede diagnosticarse después del nacimiento de un bebé con defectos relacionados con la PKU. Para prevenir estos defectos congénitos, algunos médicos recomiendan a las mujeres que pueden tener riesgo de PKU, por ejemplo, aquellas con antecedentes familiares de este trastorno, que se realicen las pruebas necesarias para poder iniciar la dieta especial antes del embarazo.

¿Qué novedades hay en las investigaciones sobre la PKU?
Los investigadores continúan estudiando los resultados a largo plazo para los niños nacidos de embarazos con PKU materna no tratada para determinar si existe un riesgo mayor de problemas de aprendizaje, especialmente entre los niños de madres cuyos niveles de fenilalanina en la sangre no estaban bien controlados durante las primeras semanas de embarazo.

Los investigadores también están estudiando los beneficios de un suplemento nutricional llamado BH4 en las personas con PKU. Otros están desarrollando una versión genéticamente manipulada de la enzima faltante. Ambos enfoques podrían permitir a las personas afectadas alimentarse con una dieta casi normal. Los investigadores también están analizando la posibilidad de tratar la PKU mediante terapia genética.

Referencias
1. American College of Medical Genetics. Newborn Screening: Toward a Uniform Screening Panel and System. Final Report, 8 de marzo de 2005, www.mchb.hrsa.gov/screening.

2. National Institutes of Health Consensus Development Statement. Phenylketonuria: Screening and Management. Washington, D.C., 16-18 de octubre de 2000.

3. Kaye, C.I. y American Academy of Pediatrics Committee on Genetics. Newborn Screening Fact Sheets. Pediatrics, volumen 118, 2006, e934-963.

4. Mitchell, J.J. y Scriver, C.R. Phenylalanine Hydroxylase Deficiency. Gene Reviews, actualizado 29 de marzo de 2007, www.geneclinics.org/profiles/pku/details.html.

5. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) Committee on Genetics. Maternal Phenylketonuria. Committee Opinion, número 230, enero de 2000, verificado 2004.

6. Koch, R. y de la Cruz, F. The Maternal Phenylketonuria Collaborative Study: New Developments and the Need for New Strategies – Preface. Pediatrics, volumen 112, número 6, parte 2, diciembre de 2003, página 1513.

7. Koch, R., et al. The Maternal Phenylketonuria International Study: 1984-2002. Pediatrics, volumen 112, número 6, parte 2, diciembre de 2003, págs. 1523-1529

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